Ella sonaba
y reía, en cualquier estación del año.
Ella pintaba de colores todas las mañanas
con su café.
Ella es luz
y paz,
besos en la frente
y un terremoto.
Ella incendiaba los pasillos,
enternecía miradas,
era la ruta
y los pasos.
Todo su amor
no se mide
se siente,
y ya no podremos quebrarnos en más pedazos.
Te quiero sin remedio
y sin cesar,
a pesar de que tu puerta se haya cerrado por última vez.